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Fertilidad y Nutrición en la Gestación Subrogada

Años atrás se creía que la fertilidad solo era afectada por cuestiones hereditarias, hoy sabemos que no es así ¡todo impacta sobre nuestro poder reproductivo!


Desde hace tiempo la epigenética, encargada del estudio de las alteraciones en la expresión de genes no atribuidos a las alteraciones del ADN nos demuestra que…

“Los cambios epigenéticos presentan una gran plasticidad y responden a las señales ambientales, incluyendo la dieta” (Bonet, Mach; 2016).
La manera en que nos alimentamos tiene un impacto importante en la cantidad y calidad de los óvulos y espermatozoides, alterando la capacidad de reproducirnos.


Esta acción cotidiana, la cual es comer puede potencializar o disminuir la efectividad de nuestro tratamiento de reproducción asistida y en los casos de Gestación Subrogada aún mas.
En el caso de las células reproductivas de los varones es decir los espermatozoides, se ha encontrado que la malnutrición tiene un mayor impacto.


Con el término malnutrición hago referencia a padecer obesidad o desnutrición; incluso que tengas un peso adecuado pero que tu ingesta de nutrientes sea insuficiente.


Dicha malnutrición en los varones genera mayores probabilidades de…
• Que tus testículos no produzcan la suficiente cantidad de espermatozoides.
• Modificar el microambiente de los espermatozoides, lo que retrasa su maduración.
• Disminuir la motilidad y capacidad del espermatozoide para fecundar el ovulo.
• Heredar una salud inadecuada a tus hijos.


Estas son razones suficientes para llevar un estilo de vida con tendencia saludable, garantizando aún más la calidad de la muestra espermática para realizar la fertilización In Vitro en un proceso de Gestación Subrogada.


Dentro del estilo de vida con tendencia saludable lo principal es llevar una alimentación adecuada, completa, suficiente, equilibrada y variada. Con un objetivo… ser padre.


La dieta más recomendada para un padre que participará en un proceso de gestación subrogada incluye una alimentación rica en micronutrientes, es decir vitaminas y minerales.


Específicamente folatos, vitamina C, vitamina a y Zinc; que son aportados principalmente por los vegetales de hoja verde y los cítricos.
Se sugiere una dieta baja en grasas saturadas que aumentan la probabilidad de padecer obesidad; y elegir un mayor consumo de grasas insaturadas.


Las grasas con un buen efecto sobre la fertilidad son las que encontramos: nueces, almendras, pistaches, aguacate, semillas de chía, aceites de oliva o aguacate.


Mientras que también se debe cuidar el aporte adecuado de proteína ya sea a través del consumo de carnes rojas magras, pescado, pollo o huevo.
Culinariamente la mezcla y consumo en crudo de todos estos alimentos harán que su absorción y efecto se potencialicen.
En el estilo de vida con tendencia saludable, también se debe tomar en cuenta el realizar una actividad física constante.


La organización mundial de la salud recomienda realizar mínimo 150 minutos de actividad física aeróbica a la semana, es decir caminar, correr o bailar.


Si tu estilo de vida no te está colaborando a lograr tus objetivos comienza por incluir algunos de los alimentos mencionados en tu dieta.
Ten en mente que se requiere de mínimo 6 meses de cuidados en alimentación para tengan un efecto en los ciclos y procesos de reproducción.


Lo ideal es hacerte acompañar de un experto en alimentación para crear el mejor, adecuado y correcto plan de alimentación y ejercicio.

Lic. Nut. Gabriela Del Carmen Hernández Rios

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